Venga, otro artículo de estos que NO se sienten cómodos, ni para ti ni para mí, pero que siento que quiero escribir para sacar a la luz viejos fantasmas. Si es que es el caso; porque, como verás, no estoy seguro de nada.
Mira, a mí, desde pequeño, no me ha gustado que me hagan regalos. ¿Por qué?… Bueno, para descubrir precisamente el porqué, o no, no lo sé, escribo esto.
Eso. Nada. Que hay una parte de mí que no le gusta que le hagan regalos. Y es bastante considerable. Tiene bastante peso, diría.
Sí, y ahora, listillo@ de ti, dirás, «es que claro, Guillo, no te permites la Abundancia. No permites la Abundancia en tu vida. Eso es un Aspecto, que tú tienes, que impide que te sientas cómodo recibiendo».
Vale, muy bien, probablemente tienes razón. No digo que no. Pero quiero indagar en ello y por eso estoy escribiendo. Vamos a hacer saltar esos fantasmas a la palestra y vamos a verlos por lo que son. Y luego ya los aceptamos y amamos. Sí, cuando los miremos y veamos que solo son los meros personajes de una mera historia pasada.
Recalco: no me gusta que me hagan regalos. Hay una parte de mi que no le gusta. No sé, quizá esa parte sienta que la van a engañar al hacerle un regalo, o que la van a manipular, o que por aceptar un regalo —ojo, y aquí vamos al meollo de la cuestión— yo esté satisfaciendo el Ego de la persona que me hace el regalo.
Pongamos toda la mierda encima de la mesa. ¿Por qué pienso que estoy satisfaciendo el Ego del «regalador» cuando acepto su regalo?
Mmm. Mucho, aquí… Hay mucho. Tanto, que no se por dónde empezar…
Vayamos por otros derroteros, amigo Guillo. Con algo que creo que tiene relación con esto, aunque, como decía, no estoy seguro.
Hay gente que tiene Egos muy fuertes. Y van por la vida con su mega-Ego brillando a tope. Nada que criticar. Aceptación. Su Experiencia.
¿Quién no tiene un amigo o un familiar así? Alguien que necesita constantemente que re-afirmen su Ego. Que le digan a todo que sí. Que le digan que es el o la más guap@, el o la más inteligente y el o la más grande… No literalmente, sino en el trato con esa persona; ya me entiendes. Todos conocemos a personas de este tipo. Si no tienen razón, se mueren. Y si no reconoces y satisfaces su Ego, como ellos creen que necesitan, pues ya está el problema servido.
Sí, son personas con una parte problemática. Son difíciles de tratar. Es cansado tener que asegurarte de que satisfaces su Ego para que no haya problemas…
Entonces, como decía antes y para relacionar ambas cuestiones (regalos y Ego): cuándo uno recibe un regalo, ¿está satisfaciendo el Ego de la persona que hace el regalo?… Y, cuándo hacemos un regalo a alguien, ¿lo hacemos para satisfacer las necesidades del Ego del otro (el otro también tiene Ego) o para satisfacer las necesidades de nuestro Ego?
Ahí queda la pregunta. Yo no tengo la respuesta. Y tampoco me voy a rebanar los sesos mucho… Aunque mi sospecha apunta a esos fantasmas que no sé de donde vienen pero que sé que tengo que sacar de la caja polvorienta del fondo del armario de mi Alma. Sí, abrir la caja aunque no me guste y ver qué hay dentro.
Y dirás: «te estás liando mucho, chaval». Sí, ¿y qué? ¡Déjame que me líe! O que me deslíe… Es totalmente necesario a estas alturas. Cuando uno está en el camino de la Realización y de integrar Todo Lo Que Es.
Un caso práctico. Madre mía… Cuando era pequeño (9 o 10 años), mi abuela me regaló un chubasquero el día de reyes y lo rechacé. En ese caso era porque yo quería algo más bonito, supongo. Un juguete. Menudo alboroto le lie a mi abuela por ((supuesto)) desagradecido……. Aunque no sé si este caso sirve para ilustrar lo que estoy intentando decir…
Déjame pensar. Hago un descanso y vuelvo.
Ya. Satisfacer Egos… Esta sería la línea principal. El hecho de que no soporto satisfacer Egos de otra gente. Me cago en la puta, yo no estoy aquí para satisfacer el Ego de nadie. Si hay personas que necesitan reconocimiento externo, yo no se lo voy a dar, por ejemplo, aceptando sus regalos. ¿Queda claro?
Ahora bien, si alguien me regala algo que me gusta mucho o algo que que necesito de verdad, se lo voy a agradecer. Sin embargo, si alguien me regala algo para satisfacer su Ego, y a mi no me viene ni me va, pues me sentiré como el culo… Y ya.
Lo siento. Ya he dicho que este artículo no es cómodo de leer. Ni cómodo de escribir. Por supuesto, estoy hablando desde un Aspecto. Desde esos Aspectos que piden a gritos ser reconocidos e integrados YA. Y eso es lo que estoy haciendo.
Querido lector, si te relacionas conmigo, que sepas que voy a satisfacer tu Ego la primera vez, seguramente, pero a la segunda o la tercera, cuando me dé cuenta de que tu maldito Ego busca reconocimiento externo o busca que yo le haga de espejo para que vea lo grande que es su burbuja, no lo voy a satisfacer. Eso no ocurrirá, ¿capisci? Es más, voy a poner ese Ego de manifiesto y va a explotar en tu cara, querid@. Así que cuidadín.
Yo no estoy aquí para satisfacer Egos.
Quizá mi parte humana sí lo ha estado haciendo hasta ahora, pero aquello en lo que me estoy convirtiendo ya no juega a este juego.
Si no me gusta que me hagan regalos seguramente es porque hay Aspectos en mí que están traumatizados. Vale, lo pillo. Sin embargo, tampoco voy a dejar de lado esta parte que me dice que ya no necesito satisfacer tu maldito Ego. Vete a buscar otra persona para que lo satisfaga. En serio. Tu Ego me da risa y, a la vez, siento un gran cariño por él.
No sé si he dicho lo que quería, y da igual. Esto solo es un ejercicio de auto-indagación y, si no te gusta, me importa una mierda. ¡Ha!
Perdón por la agresividad y defensividad… ¡Bienvenida sinceridad! Supuestamente… Ok, voy a publicar aunque mi parte políticamente correcta se sienta mal y me diga: «¡no, tío, no publiques esto, que te pones en evidencia!».
A cagar. Si sale así, así sale. Por algo será.
PD. Y no es culpa de la persona que me quiera hacer un regalo que yo tenga vidas pasadas de grandes traumas por haber recibido un regalo o por haber hecho un regalo. No quiero cambiar las costumbres de nadie, por supuesto. Solo que… ¡Quizá voy a «pinchar» la burbuja de tu Ego si vienes más de 3 veces a por reconocimiento! Y si después te inflas otro personaje, y yo estoy delante, ese personaje ya no tendrá ningún espejo donde mirarse.
This made me smile, for although I totally see where you are going, I also know that we all share all our little gifts around, sometimes randomly other times with a clear agenda.
I’d like to think your words don’t relate to me, or you… But they do.
I’m grateful now when others point out that my gift is a bit pointless, I really am.. But it always amazes me when I can feel that this gentle reminder often hides quite a bit of arrogance, as if suddenly people forgot that we weren’t always masterful. And I can assure you Ive done the same 🙂
As always I love the way you express all this, what a gift! Much love l»abundantly» coming your way xxx
The bottom line is I Am Here not to satisfy MY Ego, but go beyond it. My gift to myself and subsequently to the world.
Definitely! I just want to get to a place though where I remember we all in the same boat, we all succumb to our Ego and offer the same grace I hope to receive whenever I drop one of my little presents.
I enjoyed this post very much, thank you 🙂
Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja !!!!!
Me gusta tu artículo sí señor. Y no lo digo por decirlo, sino porque es verdad. Me gusta la sinceridad total, aunque sea quizás políticamente incorrecta a veces. No tengo ahora la mente o la consciencia para escribir mucho, porque estoy cansado y con sueño, después de todo un día de vida cotidiana. Pero me gusta decir algo, sobre todo a un artículo como éste. Así que no me ofendo ni me decepciono ni me entristezco ni me escandalizo, ni cosas parecidas, al leerlo. Ni mucho menos. Tampoco me meto a fondo en el tema del artículo en realidad. Tan solo expresar estas palabras que salen solas, sin mucha reflexión, más bien ninguna.
Eso sí, me sale ahora, si alguna vez te hago un regalo no lo haré por satisfacer a mi ego, ni al tuyo, sino por algo más sutil y grande, más allá del ego. Así que espero no lo rechaces. Pero si te hago un regalo con motivos de ego, mío o tuyo, entonces me parecería bien que lo rechazaras. Porque todo puede ser, quizás un día que ande despistado, podría hacerte un regalo de ego. No, no, no, no. Recházalo pues, muy bien hecho.
Bueno hermanos os agradezco este ratico agradable
Haha, Ramón, me encanta que escribas cuando te sale y sin reflexión. Y aunque estés cansado. Si algún día me haces un regalo, antes de hacerlo, pregúntame: «¿Qué necesitas hoy?». Y seguramente te responderé: «Esto o aquello. Muchas gracias». E igualmente te diré: «Aunque el mejor regalo para mí es tu Presencia, amigo».