#85 – La vieja renqueante y su mueca horripilante

Este es el primero de tres artículos donde contaré experiencias de encuentros interdimensionales con la Oscuridad. Con mi propia Oscuridad. Porque, contrariamente a lo que mucha gente puede pensar, el Despertar de la Conciencia es básicamente eso, Integrar tu propia Oscuridad.

Creo que tendría unos 5 o 6 años. Fuí a Barcelona con mis padres de compras. Creo que era la primera vez en mi vida que iba a una gran ciudad.

Creo que estuvimos dando vueltas por el centro y finalmente entramos en El Corte Inglés, unos famosos grandes almacenes donde puedes comprar de todo.

Era por la mañana.

Y después de las compras, hora de comer. No sé si se le ocurrió a mi padre o a mi madre, pero subimos al último piso del Corte Inglés. ¡Yo alucinaba con tanta escalera mecánica en un solo día!

En el último piso hay un restaurante, o al menos lo había, que tiene forma circular y gira. Hay una excelentes vistas de la ciudad, y mientras comes, todo el restaurante va girando. No sé si me lo invento, o ese último piso todavía existe. Un día de estos iré de nuevo a la «escena del crimen», ja ja. A recordar y Sentir.

Pues bien, estábamos los tres sentados comiendo y yo me levanté. Y empecé a caminar por el pasillo circular al lado de las mesas que da la vuelta a todo el restaurante.

Un niño jugando. Un niño explorando.

De repente, una vieja renqueante con una muleta apareció unos metros más allá de mí en el pasillo. E hizo contacto visual conmigo. En ese momento me quedé paralizado en medio del pasillo y la vieja empezó a renquear hacia mí, con sus ojos clavados en los míos…

Hasta que la muy bruja se plantó delante de mí, acercó lentamente su cara a la mía y me hizo una de las muecas más horripilantes que un niño pueda soportar.

Si ya estaba paralizado, me quedé catatónico. Completamente inmóvil. Casi sin poder respirar. Un immenso y envolvente pavor se apoderó de mí…

Lo siguiente que recuerdo es despertarme en el suelo moviendo a toda velocidad las manos y los pies. Mis padres diciéndome: «pero Guillem, ¿dónde te habías metido? ¡Has desaparecido de la mesa y no te encontrábamos!».

No sé lo que me pasó. El encuentro con esa vieja me dejó atónito y como que me catapultó a otra dimensión.

Recuedo que al irnos, en el metro, ¡yo veía más túneles de los normales! Y estaba como en un estado de shock, que seguramente se me pasó en el tren o al llegar a casa.

Esta experiencia se me ha quedado grabada. Aún recuerdo la fantasmagórica cara de esa mujer, que no se muy bien si era real o un simple espectro. El caso es que me asustó y me empujó hasta unos límites que yo no conocía.

Ahora lo veo como un encuentro con la Oscuridad, un recordatorio de lo que yo había venido a hacer en esta vida: hacer las paces con partes de mí que probablemente había estado eludiendo durante vidas.

Ah, el Despertar de la Conciencia. No es precisamente pajarillos, flores y arco iris, con lo que te encuentras. Es en la Oscuridad no integrada donde residen la últimas partes de ti. Aquellas que son feas, que rechazas, y sin las cuales no estás completo.

Aceptarlas es lo único que cuenta. Y ellas vendrán a visitarte, tarde o temprano, de una forma u otra, para que las veas con total claridad y las ames, aunque seas un niño inocente que todavía no «sabe» ni lo que es el Amor.

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2 comentarios en «#85 – La vieja renqueante y su mueca horripilante»

  1. Ahhh Guillem, we all have encountered our own «old lady»… The ones who remember her, are the ones who often choose to go beyond what our eyes meet.
    And yet, same as then, it can still be terrifying.
    Much love beautiful friend❤️🙏

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