#30 – Redescubriendo el Devir perdido y recordando la Atlántida

Existe una parte en el Cuerpo Humano que es la que en principio estaría diseñada para conectar con el Espíritu.

Las diversas tradiciones le dan diversos nombres a esta parte.

No sé, nos llega a través de nombres como Hara y otros; también se habla del despertar de la Energía Kundalini; una gente que conozco lo llaman el Punto Can-Pal, el punto donde el Espíritu conecta con la Materia, y en los sistemas de creencias que provienen de los materiales de Crimson Circle, que es lo que yo más conozco y he practicado, hablan de Aliyah y de un masaje en esa zona.

Bueno, da igual, el caso es que existe este punto en el Cuerpo que para este artículo voy a llamar Devir, pues es el último nombre/concepto que me ha llegado de un grupo en el que participo.

Ya hace tiempo que quiero hablar de ello porque siento que es algo muy importante —quizá vital— para poder quedarte en el Cuerpo Físico cuando llegas a la Conciencia de tu Conciencia, y valga la redundancia.

El Devir.

Esta mañana al despertarme he empezado a respirar y he pasado la marca de las 50 respiraciones, como hago habitualmente y siempre explico, y he estado respirando hasta las 150.

Nunca se sabe; con la Respiración Interdimensional, como yo la llamo, hay cosas que pueden despertarse.

Puedes ir al fondo, y más al fondo, y más al fondo.

Puedes recrearte en este tipo de Respiración y acceder a partes de ti que estaban «dormidas», «ocultas»…

Cuando me pongo a respirar, todo tipo de Energías se activan, sobre todo las de la Mente, y pueden aparecer los más inesperados pensamientos. Cosas que ni siquiera recordabas. Cosas que pensaste hace una semana, un mes o 20 años, y que no habías vuelto a pensar; ellas pueden aparecer súbitamente de la nada y sorprenderte.

La Mente es curiosa: si has tenido un pensamiento aunque sea una sola vez, eso ha quedado almacenado en algún rincón y puedes acceder a él, por ejemplo, respirando.

La Mente es como uno de esos grandes almacenes de Amazon, que ahora en el año 2021 todos tenemos muy presente en nuestro banco de imágenes proveniente de la Conciencia de Masas.

Pero no nos desviemos.

Sí, la Mente se «acelera» al respirar, pero hay otras partes nuestro Ser que también pueden empezar a moverse.

Y una de ellas es ese «misterioso» lugar del que hablo, el Devir, que estaría situado en la parte baja del abdomen. En su interior.

En mis 150 respiraciones de esta mañana he accedido a ese lugar, cual explorador que va por la selva y se topa con un templo abandonado de una civilización antigua.

Sí, civilizaciones. Vayamos a la Atlántida, porque creo que es allí donde todo esto empieza para mí.

Yo encarné muchas veces en esa civilización, es decir, viví muchas vidas humanas allí.

La Atlántida fue una civilización que se inició en este planeta hace alrededor de medio millón de años. Estuvo localizada en lo que ahora sería el sur de EEUU, Mejico, Cuba y el Mar Caribe en general. Esa zona.

Al final, esa cicilización desapareció, por diversas razones, y se hundió de tal forma que hoy está enterrada bajo la corteza oceánica del Caribe. Por eso los libros de historia no hablan ella, porque no se han encontrado restos. Y si se ha encontrado algo, que seguro que sí, nadie se esmera mucho en investigarlo. No interesa, pues se tendría que re-escribir la historia de la humanidad y eso levanta muchas ansiedades en el colectivo humano dormido.

En fin.

Lo que decía.

Yo y muchas otras personas participamos activamente en esa civilización, sobre todo en los últimos estadios. Estuvimos muchas vidas dedicados a la conexión con las otras Dimensiones y al final eso tuvo un resultado.

Sin embargo, todo ese conocimiento despareció y solo surgió de nuevo en lugares como Egipto y otros puntos específicos.

Bueno, pues en la Atlántida practicábamos Aliyah, en los llamados Templos de Tien, y conectábamos de una manera muy tangible con el Espíritu, con nuestra parte no física. Si te interesa este tema, desde este particular punto de vista, puedes hacer este curso y te encantará.

O sea, hay un punto del Cuerpo, que estaría situado en la parte baja de la barriga… Bueno, no es que esté situado allí, cuidado, es que cuando conectas con tu Totalidad, es en esa parte del Cuerpo donde la puedes Percibir.

Hay mucho por descubir en esto. Lo intuyo de una forma muy tangible…

La Sensación que tuve hoy, y que he tenido muchas otras veces, es que puedo acceder a ello y trabajar en ello, pero no siempre me resulta fácil.

Es un potencial que los Seres Humanos tenemos dormido, pero que es realmente interesante.

Nada más por hoy, que si no se alarga demasiado. Otro día que vuelva a ser capaz de profundizar en el Devir, lo cual ocurrirá, te contaré de nuevo como fue la experiencia.

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