Al volverte grande, las cosas que hay en ti también se vuelven grandes.
Quiero decir, al aceptar tu grandeza y, más aun, encarnarla, todas aquellas partes de ti que hay en esta grandeza, se hacen presentes en tu campo de Percepción.
Se hacen visibles a tu ojos.
Hay dos maneras de explicar esto, que se me ocurran ahora.
La primera es desde el punto de vista de la Aspectología, la ciencia que podríamos llamar Psicología de la Nueva Energía. Es decir, cuando te conviertes en el contenedor de Todo Lo Que Eres, pues allí están todos los Aspectos que componen ese Todo, que están “dentro” de ese contenedor.
La segunda es desde el punto de vista de esa cosa que alguien llama Irradiar tu Luz. Es decir, digamos que tu Todo era un cuarto oscuro (el Subconsciente para la Psicología tradicional) y, ahora que has abierto la luz, le has “dado clic” al interruptor, te has hecho consciente de tu Totalidad, pues aparecen todos los “monstruos”, que habitaban desapercibidos en ese espacio que Tú Ahora eres. Aparecen “Los Critters”. Por cierto, ¿has visto la película?
Ya sea que, a efectos de este escrito, veamos esas cosas como Aspectos o como Critters o como lo que sea, el caso es que son partes tuyas que, al igual que tú, ahora que eres grande, ellas también lo son.
Porque eso es lo que le parece a tu Mente.
De repente, te conviertes en Todo Lo Que Eres y tu Identidad Humana es la primera que se da cuenta de esos “terribles” Personajes que hay en tu Todo (terribles o magníficos, los hay de todas las índoles).
Algo así como la historia de David contra Goliat, o quizá esa imagen del niño que debe enfrentarse al monstruo que viene a llamar a la ventana de su habitación.
Eh, aquí tirando de imágenes del ámbito de la Psicología, de las películas, de los mitos o, valga la redundancia, imágenes del imaginario colectivo.
Sin embargo, podríamos verlo como que, en este caso, estoy hablando del “imaginario individual”.
Todas esas partes de ti, ahora delante tuyo, una a una o todas de golpe, como quieras verlo… Ellas están ahí, se hacen presentes cuando tú te haces presente en tu Totalidad.
Y el ejercicio de “relativización” que debe hacer el Humano, o lo que quede de la Identidad Humana, es grande, por no ser más exagerados y decir “titánico”.
¡Ja! Pero ya sabemos que lo que es titánico tarde o temprano se hunde. Desaparece… (guau, bien ligado con el concepto de la película Titanic).
Sí, eso mismo, lo infranqueable desaparece cuando la Identidad Humana relativiza a todos esos “brutos mecánicos” (vaya, referencia a Mazinger Z ahora) y se da cuenta, quizá en algún momento, igual que el Quijote (amigo lector, ¡hemos abierto el imaginario!), que esos molinos de viento no son tanto unos gigantes que te quieren aplastar sino unos simples y meros molinos.
Resumen y volviendo al inicio: al volverte grande, las cosas que hay en ti también se vuelven grandes. Y cuesta un trabajo, pequeño o grande, acostumbrarse a ellas.
Es como todo. Cuando uno tiene que enfrentarse a algo nuevo, en la Vida, digamos, pues siempre, esa cosa, a uno se le hace una montaña. Y, al cabo de un Tiempo, cuando te acostumbras, pues dices que no había para tanto, ¿no?
Pues con la Iluminación es lo mismo: tienes que enfrentarte a Todo Lo Que Eres. Y eso acojona al principio. Y no tan al principio también…
Óyeme, ¿cómo llevas eso de relativizar todos esos monstruos que tienes en tu Vida? No sé, todo el mundo tiene sus Gremlins tocacojones. ¡Ja! Pero, eh, si estás en el camino de la Conciencia de tu Totalidad, esos monstruos, en un momento dado, pueden llegar a ser bastante grandotes.
¿Cómo los miras? ¿Cómo los ves? ¿Te los crees mucho? ¿Demasiado? ¿Te sobrecoge tenerlos ahí, delante tuyo, hasta tal punto que eso puede hacérsele insoportable a tu pequeña pero valiosísima Identidad Humana?
En una [PRIMERA SESIÓN] de Coaching para el Despertar de la Conciencia, yo, Guillonauta, puedo ayudarte a observar esos “monstruos” desde muchos puntos de vista. Podemos relativizarlos big time y darnos cuenta, juntos, de que ellos no están ahí para incomodarte como Ser Humano, ellos están allí para que los veas, los reconozcas y, de paso (¡y qué paso tan importante!) te reconozcas a ti mismo como el Ser que eres verdaderamente. Un monstruo, también, pero esta vez en el mejor de los sentidos. ¡El monstruo de los monstruos!
Un monstruo increíblemente resiliente que, de hecho, es el Creador de todas esas partes que te conforman.
Dale clic al enlace de arriba. Te espero online en una sesión 1 to 1 para revisar cosas y dejar de ver una amenaza en aquello que quizá, ahora, sí percibes que lo es.
Y relajar y Respirar. Y ver que Todo Está Bien. Y luego decidir con Conciencia.
👍 😎 👍
❤️