#146 – “Toc, toc, vengo a reclamar lo que es mío”

Cuando la Conciencia llama a la puerta, el Humano entra en un periodo de resistencia que puede ser más largo o más corto.

De hecho, la llamada a la puerta de la Conciencia empieza cuando uno es sobresaltado por el primer Despertar Espiritual. A mí me pasó así. Y entiendo que no tiene por qué ser así para otras personas, pero a mí me pasó así.

En esta Vida mía, la última de mis vidas en esta Realidad terrenal tal como la entiendo, la cosa sucedió así. Y tardé, pongamos, 15 años en levantarme de la “butaca de mi humanidad” para ir a abrir la puerta a esa “visitante” llamada Conciencia.

Y cuando, finalmente, fui a abrir la puerta, estuve un largo Tiempo dudando de si había hecho bien en dejar pasar a la Sra. Conciencia a la casa del Sr. Humano…

La cosa funcionó así, tal cual. La resistencia fue grande. Por desconocimiento, simple y llanamente. Es algo que te coge en bragas. O en calzoncillos. El Humano no se espera esa “visita”.

La visita de algo que ES Lo Que Eres en realidad… ¡Es muy fuerte! ¿Quién NO se resistiría a eso? Tú sabes muy bien quién eres y, de repente, llega algo a tu Vida y te dice: “No, tú no eres Tú, tú eres Yo. ¿Lo aceptas? ¿Me aceptas?”.

Es algo violento, no nos engañemos. Y esa violencia existe, es real, durante el Tiempo en que te resistes a darte cuenta, a ser consciente, de que tú no eras ese Humano, Solo, ¡que crees que eres!, sino que eres el Dios, También.

La Conciencia.

Que llama a tu puerta.

Cada vez con más intensidad.

¿Qué hacer?…

Oh, baby, levantarte e ir a abrir la puerta. Dejar que esa “inmensa cosa” entre en tu Vida y, más aun, ¡Convertirte en ella!

Y entender que tu Identidad Humana está dentro de esa cosa. Y que, de hecho, no tienes que renunciar a ella, no tienes que renunciar a ser Humano, pero SÍ tienes que «llevar» a tu Humano a esa Conciencia que llama a la puerta.

O mejor dicho: incorporar esa Conciencia a tu Vida Humana…

Ayer hablaba con una amiga por WhatsApp y me salió la frase: “La Conciencia es la madre de todas las cosas”.

Sí, es tu verdadera Creadora. Tu propia Conciencia Individual, Soberana. No estoy hablando aquí de la Conciencia de Dios, la Fuente Creadora, de la cual hemos emanado todos y cada uno de nosotros.

Estoy hablando aquí de cuando “la cosa” ya está “emanada” y tú eres una copia de la Fuente, de Dios, de la Conciencia Primigenia.

“Tal como es arriba, es abajo”. Así, tal como una célula se subdivide en dos y luego en cuatro…, la Fuente también se subdividió en Fuentes, en Dioses, y eso somos nosotros.

Seres con Alma.

Y nos hemos olvidado de ello durante eones…

Hasta que tu Conciencia vuelve a llamar a la puerta: “Toc, toc, vengo a reclamar lo que es mío”.

Ah, dicho así suena muy fuerte, ¿verdad? Es como que alguien que no eres tú viene a arrebatarte, precisamente, aquello que eres. Y un poco es así…

¡Que sí!

Pero ese sentimiento y esa resistencia, como decía, duran el Tiempo que tardas en rendirte. ¡Más que nada, porque todo en tu Vida va al contrario de lo que tendría que ser! ¡Y no puedes vivir como las demás personas de este Mundo!

¡Tienes que levantarte de esa butaca tan cómoda (bueno, en realidad no es naaada cómoda) y recibir a tu Totalidad!

“Pase, pase usted. ¿¡Pero ya ha visto usted que estaba pegando tan fuerte a la puerta que casi la rompe!?”.

“Ah, oh, no tenía otra Elección, mi querida Creación Humana…”.

Esta es la conversación que finalmente se establece después de estar años oyendo a “alguien” que llama a tu puerta, cada vez con más furia.

Y una vez dejas pasar a tu Conciencia a tu Casa —una metáfora para decir que Permites tu Conciencia en tu Vida—, pues entonces te sientas a tomar un té con ella y conversáis largo y tendido —otra metáfora para las diversas experiencias “místicas” por las que yo, por ejemplo, he pasado durante los últimos 5 años—, hasta que, finalmente, ella te “convence” (esto muy entre comillas, eh) de que Tú Eres Eso.

Es algo que, de alguna manera, te va permeando…

Poco a poco coges Confianza, bajas la resistencia, y un buen día te das cuenta, precisamente, de que tú eres esa Conciencia, en realidad. Ella no te fuerza a hacerlo. Tu Conciencia respeta tu ritmo, el ritmo de tu Mente, hasta que la Mente se consume totalmente y desaparece.

Y entonces, cuando ya no eres tu Mente, Solo, —y digo «solo» porque no la pierdes, pues aceptas que tú eres algo más que ese Humano desorientado y testarudo, por estar muerto de miedo—, pues entonces llega la Realización o la Iluminación.

¡Te Conviertes en Ello!

Porque Es Lo Que Eres.

Y no vas a morir… Te lo aseguro. Cuando permitas la entrada de tu Conciencia a tu Existencia no vas a morir. Lo parecerá, pero no vas a morir.

“Toc, toc, vengo a reclamar lo que es mío. Vengo a reclamar Lo Que Yo Soy, y eso te incluye a ti, mi querida parte humana. No vengo a destruirte. Vengo a unirme a ti. Vengo a proponerte que te unas a mí. Y que caminemos juntos. Porque ya es hora. Porque éste era nuestro trato”…

¿Oyes estas palabras? ¿Aunque sean lejanas?…

¿No?

Cuando dejes de leer esta pantalla, cuando te levantes del ordenador o levantes tu vista del móvil, y vuelvas a tus quehaceres diarios, haz un par o tres de Respiraciones Profundas y presta atención.

Quizá oigas ese toc, toc…

Quizá ya Está Aquí.

O quizá no.

Y, en realidad, da igual.

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8 comentarios en «#146 – “Toc, toc, vengo a reclamar lo que es mío”»

  1. Level god este post! o level «Yo Soy» en realidad jajajaj!

    Tremendo Guillem, muy bueno!

    Te acordás que veníamos hablando de la creación de un podcast o algo por el estilo ? Este texto así leído es genial como podcast. Te juro que lo leía con tu voz española en mi cabeza jajaj!

    Después te todo tenés una forma de escribir a veces como hablando…en fin, muy bueno!

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